Terremoto en Japón golpea con fuerza la industria del manga y el anime

Una de las industrias más importantes en Japón, es la animación. El anime, uno de sus productos de exportación, también se ha visto afectado por el sismo. Si bien el anime mueve unos 2.5 mil millones de dólares anuales, la industria venía atravesando una crisis desde hacía varios años (Leer: Anime Vs. Crisis Financiera). Primero, el manga En el caso del manga, el sismo dañó las fábricas de papel en el norte de Japón: Ishinomaki e Iwanuma en Miyagi y Nakoso en Fukushima están fuera de funcionamiento, lo cual no solo ha preocupado a los mangakas, sino a los diarios. Por si fuera poco, a la falta de papel se suma la escasez de tinta, según contó en su Twitter, la mangaka Ayano Yamane. Anime en Tokio Según Christopher Macdonald de Anime News Network, el 70% de los estudios de animación en Japón se encuentran en los suburbios de Tokio. Justamente esas son las áreas más afectadas por los apagones. Además, deben trabajar en medio de réplicas, algunas como hemos visto en las noticias, superiores a los 6 grados en la escala de Richter. Macdonald estima que varios animes terminen teniendo temporadas cortas en Japón por el desastre. El problema es que muchos animes ya han sido vendidos a mercados internacionales. Al respecto, Jane Lui, encargada de manejar a VIZ Media (distribuidor de anime en EEUU), señaló que no ve que retrasos en la producción de series. “El hecho por sí mismo es un testimonio de la increíble labor ética de nuestros compañeros en Japón”, declaró, según Daily Finance.com Sin embargo, Lui reconoce que tomará un tiempo que todo se estabilice en la industria nipona, pues muchos de los trabajadores podrían estar o buscando desaparecidos o dando apoyo a los afectados.  (Leer: El futuro del anime con la derrota de Taro Aso) Competencia y piratería El problema principal, no obstante, es que la industria de la animación japonesa ya venía afrontando una fuerte crisis cuando el terremoto los sorprendió. Mientras el mundo demanda cada vez más anime, los japoneses enfrentan la competencia de otros países asiáticos como Corea del Sur y China, que tienen una mano de obra más barata. Hisako Sasaki, cabeza del Studio Wish indicó a Asahi Shinbun que los presupuestos para producción se habían visto cortados por la crisis económica, por lo que los trabajadores jóvenes tienen pocas ganancias. “Los trabajadores jóvenes tienen pocas oportunidades de acumular experiencia y mejorar sus habilidades”, indicó. Además, a ello debemos sumar la piratería por Internet. Son muchos los animes reproducidos a través de Internet ilegalmente. Al ser el anime, uno de los productos culturales más importantes de Japón, el Gobierno ha tomado algunas medidas para aliviar la crisis. Una de las agencias culturales ha otorgado 500.000 dólares en subsidios para que animadores experimentados colaboren con novatos, a fin de transmitir a la siguiente generación, las claves de las técnicas de la animación. No obstante, ello no es suficiente. Los empleados que están en la parte baja de la industria tienen salarios bajos. Por ello, se advierte que los pools de talentos para la creación de nuevos visionarios, nuevos directores, se está reduciendo. Las preocupaciones ahora giran entorno a un escenario catastrófico para la industria del anime. Se teme que si por necesidad, se tiene que contratar estudios coreanos, esta vez la herida al anime sea mortal, pues los trabajadores japoneses preferirán migrar a otro sector, como los videojuegos. PD: Por si no sabía, este año se canceló la Feria Internacional de Anime de Tokio